Málaga y Granada han intercambiado papeles esta temporada. Mientras que el curso pasado los boquerones luchaban por no descender y los nazaríes peleaban por el playoff, ahora es Málaga quien parte desde una posición más favorable.
El equipo malagueño ha comenzado la temporada con firmeza. Ha sumado siete puntos de nueve posibles y solo ha encajado un gol. Ganó por 1-0 tanto a Real Sociedad B como a Las Palmas, y empató 1-1 contra Eibar tras un partido más exigente. Ya en el tramo final del curso pasado, Málaga mostró solidez defensiva en casa, con dos victorias consecutivas por 1-0. En sus últimos seis partidos de liga, cuatro terminaron con menos de 2,5 goles, reflejando una tendencia clara hacia marcadores cortos.
El Granada ha comenzado con muchos problemas en defensa: ocho goles encajados en solo tres partidos. Ante Eibar, sufrió una dura derrota por 0-3. En los últimos seis encuentros de la temporada pasada, el equipo nazarí solo logró dejar su portería a cero en tres ocasiones. Como visitante, ha perdido tres de sus últimos cuatro partidos y todos ellos terminaron con menos de cuatro goles. Además, una de esas derrotas fue precisamente en Málaga, donde cayó 1-0 con gol de penalti de Antonio Cordero.
Málaga parece haber encontrado una fórmula sólida basada en la seguridad defensiva y la eficacia mínima en ataque. Granada, por el contrario, está mostrando fragilidad atrás y no ofrece garantías fuera de casa. El precedente reciente en La Rosaleda refuerza la idea de un nuevo triunfo local en un partido cerrado. A pesar de la debilidad de la zaga visitante, no se espera un encuentro con muchos goles.